¿Dónde fue la semilla del fútbol mexicano? *Las razones y datos de Orizaba
Por Antonio Velázquez Zárate
Tercera de cinco partes
SEPTIEMBRE 17 DE 2024
Meses atrás, muchos, luego de terminar el proceso completo del libro Un Siglo de Fútbol en Sinaloa, nos quedamos con un par de inquietudes. Abordamos en breve sobre la disputa entre Pachuca y Orizaba, sobre en cuál de las dos ciudades es la cuna de este deporte en México y la otra, sobre el estadio en píe más antiguo del país para la práctica del fútbol, en el aseguramos, luego de consultar dos fuentes y hasta llamadas telefónicas, que, de acuerdo con los datos proporcionados, el Socum de Orizaba, tenía ese honor.
Maduramos la idea, logramos obtener y hacer contacto por esta vía y telefónica con nuestros entrevistados, ligamos nuestro regreso de un viaje a Europa para quedarnos en la Ciudad de México, de donde confirmamos nuestra visita a Orizaba y acompañado de mi hermano Enrique, el mismo que nos apoyó en corregir detalles del libro de la historia del fútbol de Sinaloa.
Llegamos con la adrenalina periodística al tope, entusiasmados porque sabíamos que tendríamos de primera mano las respuestas de la inquietud planteada.
En plena calle Real, la principal de Orizaba, por donde recibieron a Maximiliano y a Porfirio Díaz, está el hotel donde acordamos la cita para continuar con el trabajo, iniciado meses antes a través de investigación en fuentes de las redes sociales y plataformas periodísticas, entre otras.
Platicamos largo y tendido con Armando López y Raymundo Reynoso, en ese lugar y más tarde en la propia casa de José Luis Remeau Alcocer, desde luego, con exquisita taza de café de por medio, visitamos finalmente el Palacio de Hierro y el estadio SOCUM.
Lo que pensamos sería más difícil, finalmente terminó siendo por demás sencillo, porque los tres coincidieron en proporcionarnos los mismos datos, igualmente que los obtenidos en El Palacio de Hierro, casi al pie de la letra tal y como lo narra el doctor Petterson en su libro Viva el Fútbol, en cuya portada dice: Un ensayo sobre la grandiosa historia del Fútbol en Orizaba y abajo a la derecha, en un círculo: La verdadera cuna del Balompié.
No está demás señalar que es un libro editado el año de 2007, se trata de un trabajo impresionante por lo recabado y por la calidad de su impresión en papel cuché totalmente a todo color, con 168 páginas, divididas en 7 capítulos, con docenas de fotos. Obviamente, lo que nos interesa es solo el primer capítulo, pues en él se narra, se explica por qué Orizaba es la verdadera cuna del fútbol o donde sembró la semilla.
Aclara el historiador que mucho de lo narrado ha pasado de generación en generación de boca en boca, pero también consta en periódicos y revistas locales de esa época.
Da cuenta de las siguientes fuentes: Libro de Oro del Fútbol Mexicano, Juan Cid y Mulet, Editorial Munza 1961; La Fiesta de Alarido, Manuel Seyde, Editorial Excelsior 1970; Orizaba, Imágenes de su Historia, Bernardo García Díaz y Laura Cevallos Ortiz, Editorial Gelerías 1989; Síntesis Cronológica de los Principales Hechos Históricos de Orizaba, Benjamín Maciel Gómez, sin editorial año 2000; Perfiles de Pluviosilla, Guillermo Sánchez de Anda, Editorial Estooile SA de CV 1996; Orizaba Cuna del Fútbol, Eleuterio Ruiz Pérez, 1996; Balón a Tierra, Javier Bañuelos Rentería editorial Clío año 1998; Amor a la Camiseta, Carlos Calderón Cardoso, Editorial Clío 1998; Fútbol ,lo que Debes Saber, Jackson W.m, Editorial Gráfica Impresa Mexicana año 1973; Una Vida en el Fútbol, Dr. Rafael Del Castillo, Editorial Ignacio Vado 1998; El Fútbol a Sol y Sombra, Eduardo Galeana Editorial Siglo XXI 2001; Revista La Calandria, 50 números de esta gaceta de los años 40’s, 50’sy 60’, Periódico Esto del 23 de junio de 2002 mediante el artículo “Tres Honores Para Orizaba”; Periódico El Ovaciones el 19 de julio de 2002 con el artículo “Orizaba, Cuna del Fútbol”; periódico El Nacional del 10 de septiembre de 1998 “Los ingleses trajeron el fútbol a Pachuca en 1900”; Libros internos de la factoría “Fibras Duras”- Yute de Orizaba (actualmente desaparecida), que describe gastos hacia el apoyo de este nuevo deporte del fútbol por los técnicos ingleses, realizados por su administrador R.T Hattirton. Como ustedes pueden ver, fuentes más que suficientes, que le dan total seriedad a este trabajo.
Veamos lo que nos narra este médico, quien acepta que ni por asomo es periodista y mucho menos historiador, sin embargo, como ustedes lo constatarán, de lo último, hizo un gran trabajo corroborando lo que los historiadores entrevistados nos pasaron al costo.
Iniciamos sus textos:
En México por supuesto el fútbol entró por Veracruz, a la vez que se desembarcaban bultos de harina, algodón y lana, también estos buques trajeron balones que los obreros ingleses trajeron a la húmeda y fabril zona de Orizaba, en ese tiempo emporio industrial CIDOSA, por lo que los primeros juegos como se comentará en detalle más adelante se jugaron en los patios de Yute, en 1896 (6 años antes del campeón Orizaba de 1902).
Entre los trabajadores europeos que en sus momentos de ocio jugaban ante la asombrada mirada de los pobladores de pluviosilla y que despertaran comentarios burlones, como recuerda una revista de la época: ¿Quiénes son?, preguntaba un niño. El padre comentaba: locos, ingleses locos. ¿A qué jugaban con esa pelota? La respuesta: sabrá Dios.
En este punto, debemos agregar lo comentado por Armando y Raymundo, quienes nos explicaron que, en esos juegos informales, primero se colocaban como porterías dos piedras y con el paso del tiempo las armaron con varas de madera cortadas en el campo. Dos postes amarrados a un travesaño.
LAS ESTRATEGIAS PACHUQUEÑAS
Para terminar esta entrega, daremos cuenta de lo que se apunta en el libro Le Verdadera Cuna del Fútbol Mexicano
No obstante, con un sentimiento de impotencia, que la lucha por develar a la afición mexicana cuál es la cuna del fútbol inglés en México es muy desigual, y son muy pocas las probabilidades de que la versión hegemónica y falsa del Club Pachuca sea cambiada por la verdadera.
Y es que, la actual directiva del club Pachuca, ha convertido la frase “Cuna del Fútbol” en una mercancía simbólica que le reditúa grandes ganancias la forma parte de un proyecto de construcción de una identidad deportiva para los hidalguenses y pechuqueños, cuyo autor intelectual es Andrés Fassi Juergeuens, y respaldado por el poder económico y político del corporativo empresarial Grupo Pachuca, cuyos propósitos, objetivos y fines son mercadotécnicos e ideológicos, pero no históricos.
Para empezar, reinventaron la historia del Club Pachuca con el libro Cuna del Fútbol 2001, escrito a pedido por ellos por el historiador defeño, Carlos Calderón Cardoso, con el fil de valerse de su prestigio para hacer creer a la afición mexicana que el equipo tiene una trayectoria continua de 100 años desde su fundación en 1900, por loque es el equipo más antiguo de México y que, por ese simple hecho, el club y la ciudad de Pechuca son la Cuna del Futbol Mexicano.
Por otra parte, se apropiaron de la frase Cuna del Fútbol Mexicano, mediante su registro como marca comercial ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, y la explotan comercialmente impresa en una gran variedad de objetos y artículos suntuarios demostrando así que sus intereses respecto a la cuna del fútbol no son históricos sino mercadológicos y utilitarios.
Además, agregaron al escudo del equipo el símbolo del reloj inglés que se halla en el antiguo parque central, lo mismo que una pequeña franja con los colores de la bandera nacional, lo autonombraron “el equipo de México”, y renovaron la caricatura del tuzo minero, que identifica a su mote con la más antigua y tradicional actividad económica de la región.
Y por si todo lo anterior fuera poco, este proyecto de construcción de la identidad deportiva de los hidalguenses está respaldado por un impresionante sistema de medios de difusión masiva de su propiedad y sitios en la internet, y la realización de un torneo corto anual denominado “Cuna del fútbol”.
El colmo de todo lo anterior está favorecido por los dirigentes de la Federación Mexicana de Fútbol, las dos televisoras más importantes del país y la ausencia de cuestionamientos e investigación por parte de quienes se dedican a rescatar el pasado, nos referimos a historiadores, comentaristas, analistas deportivos, que se han concretado a difundir la versión de los directivos del Club Pachuca, contribuyendo de eta manera a imponer al púbico una verdad mediática, un postulado falso, sin argumentos de peso ni pruebas históricas
La eficacia de este proyecto es indudable. Tanto los pachuqueños como los hidalguenses creen que la ciudad de Pachuca es el santuario sagrado donde inició la práctica del fútbol en México, donde se fundó el primer equipo, y que eso basta para que su localidad merezca sea reconocida como “Cuna del Association Football inglés en México”.
Y todo ello lo evocan con orgullo y cierta vanidad, pues consideran al futbol como propio y parte de su identidad cultural regional, lo cual, piensan, los eleva hacia un plano privilegiado de la realidad social y los distingue en el ámbito nacional, aunque esto sólo sea en sus mentes enajenadas.
Lo más triste, es que a pesar de todos losmaravillosos logros futbolísticos que ha obtenido el club del estado de Hidalgo deportivo Pachuca desde 1995, a pesar de toda la modernidad urbana y comercial que a consecuencia de ello se originó en la ciudad.
Tanto quienes nacieron allí, así como quienes son simples residentes, no podrán comprender que es la cuna del del fútbol, que están siendo utilizados, como “carne de cañón” para el beneficio del Grupo Pachuca, ni porqué, no obstante, el crecimiento que ha experimentado la capital hidalguense, ellos están lejos de poder alcanzar el estatus socioeconómico y calidad de vida que merecen.
Hasta ahí lo plasmado en esa obra. En lo personal, creemos que los orizabeños si pueden registrar su propia marca, como ya lo está por Pachuca como Cuna del Fútbol, Orizaba lo puede registrar como Orizaba, la Semilla del Fútbol Mexicano. Nos parece que eso sería mucho más contundente.
Continuamos mañana
Antoniovelazquez13@hotmail.com
