90 MINUTOS, 18 DE JULIO DE 2023.


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Y AHORA, ¿QUE SIGUE?

Por Antonio Velázquez Zárate

Martes 18 de julio de 2023.

Creo que todos coincidimos en que, para la selección mexicana, era casi una obligación ganar la Copa de Oro, más aún con el bemol de que Estados Unidos y Canadá, con la mira puesta en conquistas más altas, recurrieron a enviar a su segundo equipo, pero no así el resto de los participantes. Para nada le restamos mérito al logro de los pupilos de Jaime Lozano, en primer lugar, porque el equipo venía de dolorosos fracasos con el ánimo por los suelos, porque, además, todo indicaba que con Diego Cocca, no había comunión, comentario desde acá muy subjetivo porque solo quienes estuvieron cerca de los seleccionados lo pudieron palpar, pero fue notable el cambio de ánimo y actitud en este torneo.

Debemos recurrir nuevamente a la frase “no es como para echar las campanas al vuelo”, México, si bien es verdad que creció en algunos aspectos de la mano de Lozano, especialmente en confianza, aún le falta mucho trabajo para lograr dar el ancho en torneos de mayor importancia, el más próximo, la Copa América, a efectuarse en su totalidad en Estados Unidos.

En los duelos ante Jamaica y Panamá, pensamos en dos rivales mucho más peligrosos, pero no fue así, el equipo gracias a una solidaridad y esfuerzo sostenido a través de los 90 minutos simplemente fue dueño de la pelota y de la táctica.

A panamá lo sometió desde un inicio, copando la media cancha. Fue claro ver como, cuando nuestros atacantes presionaban desde la salida, desde atrás la defensa daba pasos adelante achicando la cancha en apoyo de la media cancha, pero así mismo, vimos como cuando la defensa retrocedía, los delanteros del tri, con el overol puesto, bajaban varios metros para hacer el mismo trabajo: presionar y estorbar la salida panameña.

Bastaba que ellos realizaran el llamado marcaje de presencia, para que los canaleros no se conectaran entre sus líneas y tampoco contragolpearan con balonazos sin pasar por media cancha.

Desde luego que ese esfuerzo tuvo sus consecuencias, entre ello el desgaste físico de Orbelin, Martín y Antuna, quienes constantemente corrieron tras los veloces panameños, estos además golpearon y en serio y por su mayor corpulencia, sin duda que aflojaron las piernas de los tres mencionados. Lozano, realizó casi todos los cambios en el momento oportuno, tal vez el de Giménez, debió ser un poco antes, pues si a alguien le atizaron los panameños fue a Martin.

De esa forma, México mantuvo el ritmo y tuvo en el “chaquito”, el héroe del encuentro, entre su habilidad y su corpulencia, a la altura de los panameños, lo llevaron a recibir la pelota de buena forma y eludir a su marcador, mejor aún.

Ochoa, pues, prácticamente tuvo casi, casi, otro día de campo. El equipo tendrá que trabajar en crear más oportunidades de gol, proyectar jugadas que le permitan tirar desde fuera del área, como un recurso para equipos que se encierran a piedra y lodo.

Veremos que sucede cuando Vega, Córdoba, Corona y Lozano, se recuperan totalmente. Recordemos que estos dos últimos, pese a jugar en Europa, en la última etapa, del mundial a la fecha, no han pesado en el accionar del equipo nacional, pero de que tienen la onza, ni duda cabe. Con tanta competencia, al que dejen al frente del tricolor, le vendrá de perlas.

En este sentido, de ahí el encabezado de esta entrega: y ahora ¡qué sigue? Nombres van y vienen, meras especulaciones, desde luego, nuestros compañeros que están más cerca del asunto, algunos tendrán sus razones más sólidas, otros nada más para alborotar el avispero. ¿Será melón, será sandía? ¿Se quedará Jaime Lozano?

Pronto lo sabremos. Al momento de redactar estas líneas, nada, de nada

Nos vemos mañana

Antoniovelazquez13@hotmail.com


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